COLABORACIONES
Las SALSAS son un complemento imprescindible en nuestras cocinas. Acompañan a carnes, pescados, verduras o huevos y sin ellas nuestros platos serían tristes, aburridos y poco apetecibles. Una buena salsa puede convertir un plato en una delicatessen o puede cargárselo, si no está bien hecha o su sabor no combina con el alimento al que acompaña.
Hoy en día, existe una gran variedad de salsas procedentes de todos los países del mundo y se han convertido en una disciplina culinaria. De hecho en los mejores restaurantes del mundo hay cocineros que única y exclusivamente se dedican a la preparación de salsas.
Las salsas normalmente son muy calóricas, por eso en la actualidad se tiende a prepararlas sustituyendo los ingredientes que pudieran hacerlas pesadas por otros que las conviertan en más ligeras a tono con los gustos de los consumidores actuales.
El valor nutritivo de las salsas está en función de los ingredientes que se empleen en su preparación. Si llevan aceite, mantequilla, nata o huevos, deberán ser evitadas por personas sometidas a dietas bajas en calorías, que padezcan hipertensión o colesterol u otro tipo de complicaciones y moderar su consumo.