Siempre me he preguntado por qué a los bollos de leche los llamaban suizos ¿será que vienen de Suiza? ... Pues no... Después de investigar mucho, o sea, después de visitar la Wikipedia, he podido enterarme que este tipo de bollo tipo brioche debe su nombre a haberse elaborado por primera vez en el CAFE SUIZO de Madrid, que estaba entre las calles Alcalá y Sevilla y se servía en los desayunos y meriendas a finales del siglo XIX. De allí se extendió al resto de cafés y pastelerías de España, de lo que me felicito porque es uno de mis dulces preferidos para desayunar o merendar.
Llevaba tiempo queriendo prepararlos, asi que aprovechando el resfriado de una de mis niñas y que no podíamos salir de casa, los hice un sábado por la tarde para merendar.
INGREDIENTES:
- 1 huevo
- 25 grs de levadura
- 1 cucharadita de sal
- 50 grs de mantequilla pomada
- 75 grs de azúcar
- 500 grs de harina de fuerza
- 1 cucharadita de vainilla
- 250 ml de leche entera
Para hornear:
- 1/2 vaso de leche en el que disolveremos un par de cucharaditas de azúcar
- azúcar de azahar (disolver tres cucharadas de azúcar en una cucharada de agua de azahar)
PREPARACIÓN:
1. Templar la leche.
2. Una vez templada la leche, disolver la levadura, el azúcar, la mantequilla pomada, la cucharadita de vainilla y el huevo. Mezclar todo bien con unas varillas.
3. En un cuenco, hacer un volcán con la harina y la sal y añadir la mezcla anterior, amasando hasta que quede completamente integrado.
4. Tapar con papel film y dejar reposar hasta que la masa doble su volumen.
5. Una vez que la masa ha doblado su volumen, amasar un poco para que pierda un poco de aire.
6. Pellizcar la masa haciendo pequeñas bolitas de masa que iremos colocando en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado.
7. Hacer un corte en el centro con unas tijeras y rellenar con azúcar disuelta en un poco de agua de azahar.
8. Calentar el horno a 50 grados, y meter la bandeja con los bollitos durante 30 minutos para que vuelvan a doblar su volumen.
9. Transcurrido ese tiempo sacar del horno los bollitos y pintarlos con leche y azúcar, suavemente para que no baje la fermentación.
10. Precalentar el horno a 210 grados.
11. Hornear los bollitos durante 20 minutos o hasta que estén doraditos. Una vez que lleven 10 minutos en el horno volver a pintar con la mezcla de leche y azúcar.
Ya solo queda comerlos como más os guste. Al natural, mojados en la leche, untados con mantequilla y mermelada, solo con mantequilla.... las combinaciones son infinitas ...
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