MOUSSE DE LIMÓN

Hace unos días me regalaron un montón de limones. En mi casa el limón no se usa mucho, salvo para los dulces que preparo y que lo llevan como ingrediente o para aliñar o macerar algún pescado. 

Por eso llevo unos días pensando que podía hacer para gastar los limones y que no se estropearan, así que se me ocurrió preparar un postre que yo hacía cuando me case (va ya para 8 años) y que llevaba años sin preparar. Es muy sencillo, lleva pocos ingredientes, se hace en seguida y si teneis niños en casa les encantará. 

Es una MOUSSE DE LIMÓN.





El origen de la mousse es francés. Mousse en español significa ESPUMA y es un postre que tiene como base la clara de huevo montada a punto de nieve o la crema de leche batida, vamos la nata montada. Ambos ingredientes son los que le dan la consistencia esponjosa.

Según he estado investigando, la mousse apareció por primera vez en un libro de recetas del año 1755 escrito por el cocinero francés Menon, que se llamaba LES SOUPERS DE LA COUR. Este cocinero incluía la receta de tres mousses: de café, de chocolate y de azafrán, y las  hacía con nata batida a la que se podía añadir claras de huevo y recomendaba guardarlas en hielo un par de horas hasta el momento de consumirlas.

La receta que yo os traigo es fácil de preparar para todo el mundo y solo lleva 3 ingredientes.

INGREDIENTES:
- 1 bote de leche condensada pequeño
- 500 ml de nata montada
- 2 limones grandes

PREPARACIÓN:
1. Rallar la piel de uno de los limones
2. Exprimir el jugo de los dos limones
3. Montar la nata
4. En un cuenco mezclar la leche condensada con la ralladura y el jugo de los limones.
5. Añadir la mezcla anterior a la nata montada y remover con suavidad para no bajar la nata y hasta que estén todos los ingredientes completamente integrados.
6. Repartir la mouse en unas copas y dejar enfriar en el frigorífico hasta el momento de consumirla. 



¡Y listo!. Se tarda más en escribir  la receta que en hacerla.

Hoy la entrada ha sido cortita. Si haceis la receta contadme, como resultó y si os gustó.

Gracias a tod@s por leerme. 

GALLETAS según PEGGY PORSCHEN

Fin de semana pasado por agua. Sábado y domingo encerrada en casa con dos niñas pequeñas. Casi me subo por las paredes. Necesitaba un momento de relax y ¿cómo hacerlo? ... cocinando.

Mi libro de cabecera últimamente es "Boutique de Pasteleria" de Peggy Porschen. Ya he preparado dos de sus recetas y han salido estupendamente, asi que me decidí a realizar la tercera, esta vez unas galletas.

Ya había preparado galletas de mantequilla antes y no sabía cómo iba a resultar la receta de Peggy. Después de probar las galletas, he decidido que es la RECETA DEFINITIVA. La encontré y a partir de ahora no pienso utilizar otra ...





El libro trae varias recetas de galletas: con cítricos, de jengibre, de chocolate, con vino y las tradicionales de vainilla. Me decidí por estas últimas por ser las más tradicionales y porqué pensé que les gustarían más a mis niñas. Y no me equivoqué ... Ya se lo que tengo que darles de merendar para que lo coman sin rechistar....

En el libro estas galletas están decoradas con flores de fondant. Yo me permití cambiar la decoración y utilicé chocolate, unas guindas que compré para otro postre y preparé un poco de glasa real para decorarlas de una forma un poquito más "romántica" ahora que se acerca San Valentín.

INGREDIENTES:
- 200 grs de mantequilla ablandada.
- 200 grs de azúcar blanquilla
- las semillas de 1 vaina de vainilla
- una pizca de sal
- 1 huevo mediano
- 400 grs de harina y un poco más para espolvorear la mesa de trabajo.

PREPARACIÓN:
1. Poner la mantequilla, el azúcar, las semillas de vainilla y la sal en un cuenco y batir hasta que la mezcla esté cremosa y homogénea.
2. Batir el huevo y añadir lentamente a la preparación anterior hasta que esté completamente incorporado.
3. Tamizar la harina por encima y mezclar bien.
4. Formar una bola y envolver en film transparente y dejar enfriar en el frigorífico unas 2 horas.

    En el libro pone que debe reposar durante 30 minutos, pero como era la primera vez que preparaba la masa preferí dejarla más tiempo para asegurarme que al hornearse las galletas iban a quedar bien.

5. Pasada las 2 horas dividí la masa en dos y la estiré sobre la encimera que espolvoré con harina.
 
    (Para que todas las galletas tuvieran el mismo grosor utilicé dos palitos de madera iguales y entre ellos estiré la masa.
     Utilicé 3 cortadores para dar forma a las galletas: uno redondo, otro con forma de corazón y otro con los bordes ondulados).

6. Colocar las galletas ya cortadas sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado y dejarlas reposar de nuevo en el frigorífico otras dos horas.
7. Para hornear las galletas, precalentar el horno a 175 grados. Meter las galletas directamente del frigorífico en el horno y hornear durante 6 minutos o hasta que veais que los bordes están poniéndose doraditos.
8. Cuando estén listas sacar del horno y dejar reposar sobre una rejilla hasta que se enfríen.
9. Una vez frías ya se pueden comer tal o cual o decorarlas.

DECORACIÓN:
Para los corazones de chocolate: bañar las galletas en chocolate de cobertura y dejar secar hasta que el chocolate se endurezca.
Para los corazones con rayas de chocolate: colocar las galletas sobre una rejilla y con una cuchara verter por encima el chocolate de cobertura haciendo rayas.
Para las de la guinda: una vez cortadas las galletas con el cortador, colocar la mitad de una guinda sobre la galleta, pintarla con huevo batido y dejar reposar en la nevera las 2 horas de rigor. Luego hornearlas como el resto. El huevo hace que al cocerse tengan ese color doradito tan bonito.



Son como las pastas de te que venden en los supermercados en bandejitas, pero están más buenas y son mucho más sanas puesto que no llevan conservantes ni colorantes artificiales, ni otras cosas raras.

Para las de glasa: preparé la GLASA REAL en la Thermomix.


INGREDIENTES:
- 2 claras de huevo
- 2 cucharaditas de zumo de limón
- 400 g de azúcar glas

PREPARACIÓN:

Poner en el vaso de la Thermomix  la mariposa,  las dos claras y el zumo de limón y se baten 2 minutos en velocidad 3 1/2. Añadir poco a poco el azúcar glas. 

Para la decoración dividí la glasa en cuatro partes: la mayor parte la dejé de color blanco y el resto lo dividí en tres partes que teñí de rosa, verde y morado. 

Y, por primera vez, después de empollarme unos cuantos videos de Youtube, utilicé la técnica "wet on wet" (mojado sobre mojado) y probé tres formas distintas de decorarlas. 

Algún día quizá me atreva y prepare un tutorial. Ya veremos ....



Dos decoraciones muy diferentes: una para los más tradicionales y otra para los que quieran innovar un poco más y quieran probar sabores nuevos.




BIZCOCHO DE LIMÓN

Siempre me han gustado los bizcochos. Me ha gustado comerlos y también hacerlos. 

Los primeros bizcochos siempre los hacía siguiendo la receta que me había dado mi madre. Era una receta que tenía apuntada en una libreta de rallas con las pastas de cartón marrón y escrita a mano, como se hacía antes. Todavía está en un estante de su cocina. 

Era y es el archiconocido y superversionado BIZCOCHO DE YOGURTH que se hacía tomando como medida de todas las cantidades el vasito del yogurth, y que podía hacerse de dos formas utilizando el aceite crudo o friendo el aceite con la cáscara de un limón.

Pero mi primer recuerdo de un bizcocho lo tengo de cuando éra pequeña e iba con mis padres y mis hermanos en verano a una finca de la familia llamada "REBOLLO". Allí vivía mi bisabuela, mamá Lola y para merendar casi siempre tenía un bizcocho que se hacía en una rosquera. 

Los más jóvenes ni siquiera sabrán lo que es. Yo no soy tan mayor pero lo recuerdo porque todavía queda una en casa de mi  madre, de hecho yo lo he utilizado en muchas ocasiones. Era un molde redondo de aluminio con un agujero en el centro que tenía un adaptador para poder ponerlo en la hornilla de gas para distribuir el calor por el centro y por fuera y una tapadera doble que se giraba cuando se quería comprobar si el bizcocho estaba listo y tenía abiertos unos agujeritos que permitían meter el palito de madera o la aguja de punto. Era una cazuela que servía de horno. Como esta ... más de un@ la habrá visto en su casa.



Todavía se fabrica y se llama CAZUELA "ROS".

Hay un blog estupendo que se llama LAS BUENAS MIGAS donde tenéis una descripción del aparato, las instrucciones para su utilización, un montón de recetas y dónde puede comprarse por si alguien quiere volver atrás y prescindir de su horno ;)

Ese bizcocho tenía un sabor especial que todavía recuerdo, estaba buenísimo y todavía no he hecho ni he comido ninguno que sepa igual.

Desde entonces ha llovido mucho y he preparado algunos más, por eso aquí teneis la receta del último que he hecho.

Es un bizcocho de limón que sabe a limón porque a algunos parece que le enseñan los limones de lejos.

INGREDIENTES:
- 250 grs de mantequilla sin sal ablandada
- 200 grs de azúcar
- 4 huevos
- 340 grs de harina
- 1 cucharadita de levadura
- 2 limones
- azúcar glass para espolvorear


PREPARACIÓN:

1. Rallar la piel de los dos limones y exprimir el jugo.
2. Tamizar la harina y la levadura y mezclar bien.
3. Separar las yemas de las claras y batir las claras a punto de nieve
4. Mezclar la mantequilla con el azúcar hasta que quede cremosa.
5. Incorporar la harina y la levadura tamizadas. Notareis en este punto que la masa queda un poco apelmazada, pero se aligerará cuando le añadamos el resto de ingredientes.
6. Añadir las yemas una a una y mezclar todo bien.
7. A continuación, añadir la ralladura y el jugo de los limones y mezclar bien hasta que estén completamente incorporado.
8. Por último, añadir las claras a punto de nieve, removiendo suavemente con una cuchara. 
Hasta el punto número 7 pueden utilizarse las varillas o una batidora amasadora. Pero es muy importante que el punto número 8 se haga a mano para que no se bajen las claras
9. Hornear  unos 50 minutos a 180 grados.
10. Una vez frío espolvorear con azúcar glass


Los más golosos podéis cubrirlo con chocolate o con algún glaseado y si no solo hay que dejarlo tal y como sale del horno que también está buenísimo.