¿El qué? Esa fue mi primera pregunta la primera vez que ví uno de estos bollitos. Todos los días se aprende algo nuevo... Continuamente me estoy poniendo al día en platos, recetas, postres, etc, de la cultura norteamericana. Es increíble la variedad que tienen, aunque en un país tan grande no es de extrañar.
Me encantaron cuando se los ví en Instagram a Belén de CUPCAKES A GOGÓ y me dije, que tenía que hacerlos. Me gusta probar cosas nuevas en la cocina y no me pongo límites, siempre que se trate de recetas fáciles de preparar en casa. Hay unos moldes específicos para los popovers. Yo no lo tengo en casa ni tampoco me he planteado comprarlos. He recurrido a unos moldes muy antiguos que he recuperado de una antigua casa de campo de mi familia. Son de aluminio, tienen un color mate por el paso del tiempo y en su día debieron utilizarse para hacer tocinillos de cielo; incluso sirven para hacer babás. Llevaban guardados yo que se la de tiempo y tras una limpieza exhaustiva han quedado casi como si fueran nuevos.
Bueno, me dejo ya de rollos y te cuento que un POPOVER es un bollito muy ligero, hueco por dentro que se prepara con una masa que sólo lleva tres ingredientes: leche, huevos y harina. Su nombre proviene del hecho de que la masa cuando se hornea rebosa y sube por encima del filo del molde (pop over).