La he descubierto en uno de los nuevos libros de cocina que forman parte de mi biblioteca. El nombre original de la receta es Natillas sin huevo, pero después de prepararla no puedo llamarla así, porque no tiene textura de natillas. Su consistencia es más parecida a la de la panna cotta, pero tampoco la puedo llamar así por que no se prepara con nata, así que como uno de los ingredientes principales es la gelatina pues la he rebautizado.
La gelatina tiene muchísimos beneficios para la salud, por lo que resulta ideal su consumo en dietas de adelgazamiento, para deportistas o en procesos de recuperación de alguna enfermedad.
Tienen un alto contenido en colágeno que sirve para reforzar las unas, el cabello y la piel, así como las articulaciones y los tendones; es rica en aminoácidos y tiene un escaso contenido de azúcar, grasas y colesterol.