Llegó el Otoño, y parece que debe apetecer ya encender el horno. Pero no. Por lo menos, aquí en Sevilla, no ocurre así. A primera hora de la mañana va apeteciendo cubrirse con una rebequita, pero a medio día lo que apetece es tomarse una buena copa de helado. Aunque yo soy de las que opino que se puede tomar helado durante todo el año, aunque haga frío.
Así que aquí os dejo mi HELADO DE VAINILLA, el sabor que más le gusta a mi hija Blanca. Aprovechando que había preparado AZÚCAR INVERTIDO, y que es un ingrediente fundamental en la preparación de los helados, recordé la receta de Helado de Vainilla de Victoria del blog La Tauleta que tenía guardada y preparé esta maravilla sustituyendo el 25 % de la cantidad de azúcar blanquilla por azúcar invertido.
Para preparar esta receta es importante que tengas en casa un Termómetro de Cocina Digital. Es uno de mis imprescindibles en la cocina.
El azúcar invertido tiene un 30 % más de poder endulzante que el azúcar común, dificulta la cristalización del azúcar y acelera la fermentación de la masa de levadura y las mantiene más tiempo frescas, o sea, tardan más tiempo en ponerse duras.
- Para preparar bollos y pasteles - Hay que sustituir entre un 10 % y un 20 % del azúcar normal que indique la receta.
- Para preparar helados - Hay que sustituir el 25 % de la cantidad de azúcar
- Para preparar pan u otros tipos de masa con levadura - Hay que sustituir el 50 % de la cantidad de azúcar a utilizar.
INGREDIENTES:
- 150 ml de leche entera
- 500 ml de nata liquida
- 1 vaina de vainilla
- 7 yemas de huevo
- 38 grs de azúcar invertido (te dejo la receta para que puedas prepararla en casa)
- 112 grs de azúcar
PREPARACIÓN:
1. Limpiar la vaina de vainilla y extraer todas las semillas de vainilla. No tires la vaina porque vamos a utilizarla.
2. Pon la leche y la nata con las semillas de vainilla y la vaina a cocer a fuego medio. Retirar cuando empiece a hervir. Dejar reposar unos 20 o 30 minutos para que vainilla aromatice bien la mezcla de leche y nata.
3. Bate las yemas con el azúcar hasta que doblen su volumen.
4. Retira la vaina de vainilla, cuela la leche con la nata con un colador y vierte sobre las yemas, removiendo sin parar hasta que quede todo perfectamente integrado.
5. Vuelve a poner al fuego esta crema removiendo sin parar, para evitar que se pegue teniendo precaución de no que no supere los 80 grados. Al menos la crema tiene que estar al fuego durante unos 15 minutos.
6. Vierte en un recipiente (apto para el congelador), cúbrelo con film transparente y mételo en el congelador durante toda la noche.
Si observas la receta de Victoria, verás como llegado este momento te dice que cada dos horas tienes que remover el helado para evitar que cristalice. Yo me he saltado este paso, porque el azúcar invertido impide que el helado cristalice y se endurezca demasiado.
Transcurrida la primera noche en el congelador, sácalo del congelador y viértelo en tu batidora o Thermomix, y bátelo durante unos 15 o 20 segundos para que adquiera una consistencia mantecosa.
Ya tienes tu riquísimo helado de vainilla listo para disfrutar de él.
Para conservarlo, viértelo de nuevo en el molde o tupper y al congelador. Sólo tienes que sacarlo unos minutillos antes de servirlo en tu copa.
Coge tu cuchara y el topping que prefieras (chocolate, caramelo, nueces, avellanas, etc) y disfruta de él.
Espero que hagas esta receta y si tienes cualquier duda puedes preguntarme lo que sea a través del formulario de contacto del blog o en mis redes sociales. Te contestaré lo antes posible.
¡Nos vemos pronto!
Vaya buena pinta que tienen esas bolas de helado. Seguro que nos animamos y ponemos en práctica tu receta. Muchas gracias.
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ResponderEliminarMuy buena receta.
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