La TARTA DE MANZANA es una de mis tartas favoritas en cualquiera de sus versiones: con crema, sin crema; con base de hojaldre, con masa quebrada; con helado o sin helado, la apple pie; con más manzanas, con menos manzanas, etc.
En el blog tengo varias recetas de tartas de manzana, menos ésta que fue la primera que aprendí a hacer y con la que me aficioné a este tipo de tartas. Es la clásica, la de siempre, con la base de masa brisé, la crema pastelera y las manzanas laminadas por encima.
Siempre que tenía que llevar una postre a alguna celebración preparaba esta tarta, porque la base me encanta, porque la crema está deliciosa, porque las manzanas quedan para chuparse los dedos y por qué no presumir, porque me sale estupendamente. Como nadie me echa las flores, pues me las echaré yo.
Aunque tiene varias preparaciones no es demasiado complicada de hacer. Las cantidades son para una tarta grande, de unos 30 cm de diámetro, incluso con las mismas cantidades la he preparado en la bandeja del horno. No hay problema en que reduzcas a la mitad los ingredientes o congeles parte de la crema o de la masa para utilizarlas en otro postre.