La entrada de esta semana, va a ser un POUND CAKE.
Un Pound Cake es la denominación anglosajona de un bizcocho cuyos ingredientes fundamentales pesan 1 libra (453 gramos aproximadamente). Estos ingredientes son: harina, azúcar, huevos enteros y mantequilla. La medida puede ser distinta pero la regla general consiste en emplear el mismo peso en todos los ingredientes.
Se creó en torno a 1700, y en nuestros días su principal característica es que ya no se utiliza 1 libra de cada ingrediente.
La versión americana (Sur de EEUU) es mucho más esponjosa que la británica, puesto que allí suelen utilizar mucha más mantequilla para conseguir que la miga sea más sólida y el sabo más intenso.
En Europa, fundamentalmente en Francia, este bizcocho se conoce como "Bizcocho Cuatro Cuartos", al llevar los cuatro ingredientes en la misma proporción.
Este Almonds Pound Cake o Bizcoho de Almendra, es una variación que he hecho de la receta de "Coconut Pound Cake" de
+Bea Roque en su libro "El Rincón de Bea: Delicias para compartir", uno de mis regalos de Navidad de este año. Para hacerlo he sustituido la leche de coco y el coco seco rallado por leche de almendra y almendra molida (harina de almendra) y para conseguir más esponjosidad y que la miga quede sueltecita y no apelmazada he sustituido la harina de trigo normal por harina de fuerza. El resultado es increible tanto en su sabor como en la textura de su interior.
La leche de almendra es casera. La he preparado utilizando 150 ml de agua fría y disolviendo en ella una cucharada bien colmada de Crema de Almendras de Nectina, pero si queréis podéis comprar la leche de almendra directamente, hay muchas marcas.
El molde que he utilizado, para que os sirva de orientación, es uno rectangular que mide 25 * 10 * 7 centímetros.
INGREDIENTES:
- 125 grs de mantequilla en pomada
- 200 grs de azúcar
- 2 huevos a temperatura ambiente
- 280 grs de harina de fuerza
- 2 cucharaditas de levadura tipo Royal
- 1/2 cucharadita de sal
- 175 ml de leche de almendras
- 100 grs de almendras molidas
PREPARACIÓN:
1. Precalentar el horno a 175 grados.
2. Tamizar la harina con la levadura y la sal
3. Batir la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla blanquee y quede cremosa y esponjosa
4. Añadir uno a uno los huevos ligéramente batidos. No incorporar el segundo huevo hasta que el primero esté bien incorporado.
5. Añadir la harina en dos veces, alternándola con la leche de almendra. Empezamos y terminamos con la harina
6. Hasta aquí podemos utilizar nuestra máquina amasadora. El último paso, que es la incorporación de la almendra molida, lo haremos manualmente utilizando una espátula hasta que la almendra quede perfectamente integrada en la masa.
7. Verter la mezcla en un molde rectangular previamente engrasado y alisar la superficie.
8. Hornear sobre 80 minutos con calor arriba y abajo (sin ventilador). En mi horno lo hice de la manera siguiente: 60 minutos desde que metí el molde en el horno. Transcurrido ese tiempo comprobé si estaba hecho con una brocheta y al comprobar que todavía estaba crudo lo dejé 10 minutos más. Volví a comprobar y lo dejé otros 10 minutos más, hasta que la brocheta salió completamente limpia.
Para evitar que se tostase mucho por arriba mientras se terminaba de hacer, lo cubrí con un trozo de papel de aluminio. Los últimos 20 minutos se horneó así.
9. Sacar del horno y dejar enfriar 15 minutos dentro del molde. Transcurrido ese tiempo, desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Podeis comerlo así o cubrirlo con azúcar glas, chocolate blanco, chocolate negro, glasa, mermelada ... lo que más os guste; aunque si me preguntáis a mí, yo lo prefiero tal cual, desnudito sin ningún otro sabor que enmascare al del propio bizcocho.
Respecto a su conservación, aguanta perfectamente dos o tres días sin estar guardado en ningún recipiente hermético. De hecho el transcurso de los días hace que se potencie el sabor a almendras y que esté mucho más delicioso.
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